REFLEXIÓN RÍO NEGRO

Educación: “Los gobiernos no saben lo que les pasa a los niños”

El psicopedagogo y pensador italiano Francesco Tonucci habló en exclusiva con Radio Nacional El Bolsón, acerca de lo que analiza sobre la educación en el mundo, poniendo el acento en “el contexto de pandemia”.

En diálogo con el periodista Adrián Moreno, Tonucci dijo además que, en términos de diagnóstico, “un relevamiento con datos de varios países” da cuenta de que adolescentes, por ejemplo, “no quieren saber nada de las tareas en la pantalla; extrañan a sus amigos y, quizás el único factor positivo, descubrieron o redescubrieron el vínculo con el entorno familiar”.

Por otra parte, indicó que "la escuela ya venía mal y la pandemia agravó los condicionantes de sus formas”. Al ser consultado acerca de si los gobiernos en el mundo se encuentran a la altura de las circunstancias para detectar lo que les pasa a niños y niñas, fruto de la pandemia, Tonucci indicó que “evidentemente no. Los niños han vivido el bombardeo de noticias tremendas, lo que les ha ocasionado miedos, sufrimiento, pero no son cosas que se hablan cuando se habla de educación".

Asimismo, hizo referencia a la tarea realizada en Argentina, a partir de “los cuadernos de actividades que se diseñaron durante la pandemia y el interés de la Secretaría de Niñez y Adolescencia, junto a la Federación Argentina de Municipios, por el proyecto: La ciudad de los niños”.

La propuesta es escuchar a los niños”, dice Tonucci. “Saber qué les está sucediendo; si no escuchamos a los niños no les permitimos que expresen lo que tienen adentro. La educación es una propuesta de adultos que pretende que los niños escuchen y aprendan y la familia proyecta sobre los niños sus expectativas y la escuela hace lo mismo”.

"La escuela dice que los niños deben abocarse a los programas establecidos. Pero la escuela no respeta las leyes; las constituciones de los países, la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño porque lo importantes no sería que respete el programa, sino que aprenda”.

Con las características de un “maestro” de verdad, Tonucci abre un panorama enorme sobre la educación en sus términos más profundos e interpela todo mandato establecido para poner lo más importante y que en definitiva es el fin de todo proceso educativo: niños, niñas y adolescentes, por sobre cualquier otro interés.

Un paradigma que propone retomar la esencia; el origen del interés por la educación, la mirada democrática de lo que implica, el desafío permanente desde lo pedagógico y una “precepto” que señala como inexorable, en la praxis de reconocer al interés superior del proceso de aprendizaje: niños; niñas y adolescentes.