La titular del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires (Suteba) en Bahía Blanca, Ana Canullo, dijo en Radio Nacional que “fue un trabajo arduo” al referirse a la modalidad de dar clases de manera virtual en la primera parte del año debido a la pandemia por coronavirus.
Finalizada la primera parte del año y mientras alumnos y docentes están en el receso de invierno, Radio Nacional Bahía Blanca hizo un informe sobre esta experiencia.
Canullo agregó que las docentes le comentaron que “fue agotador” y que lo que se propusieron fue “mantener el vínculo con la familia”.
En diálogo con la Radio Pública, Canullo también habló sobre los inconvenientes en la conectividad, de tareas que no correspondían a su función específica, la falta de docentes debido a la suspensión de los actos públicos y del desembolso económico que debieron hacer los maestros para poder estar acorde a esta nueva forma de enseñar, entre otros temas.
¿Qué dicen los docentes?
María Fernanda Abad, maestra de 2° grado: “Faltó lo más hermoso que tiene la escuela que es el vínculo”.
Mauricio Blanpain, profesor de Educación Física en los jardines Colorín Colorado y 941 y en la primaria 84: “En los barrios más vulnerables es bastante difícil que los chicos puedan conectarse”.
Sandra Bouzas, Escuela 48: “En este contexto se vio que el sistema educativo no es equitativo. La escuela terminó marginando a un gran grupo”.
Gabriela Delfino, equipo de orientación social de la Técnica 4: “Este desafío de trabajar en pandemia pasó de ser desafío a sostener, por parte de los docentes, la educación pública con nuestros propios recursos. El Estado, una vez más, estuvo casi ausente”.
Natalia Ginder, Escuela 21: “Nada reemplaza a la presencia física, el contacto es indispensable. Estar en el aula con ellos es irreemplazable”.
Paola Iriarte, Jardín 913: “Lo que más nos importa es fortalecer el vínculo y hacer que esos nenes que están tan aislados del juego y del disfrutar con compañeros puedan tener algo apropiado a su edad y lejano a la realidad que les toca vivir en la actualidad”.
Silvina Morales, Jardín Abuela Aurea: “Lo positivo fue garantizar la continuidad pedagógica y seguir en contacto con alumnos y familias. Lo negativo es el tema de la conectividad y la cantidad de dispositivos que a veces no alcanzan en las casas por la cantidad de personas u horarios superpuestos”.