El tenis y la tentación de las apuestas.

Por Daniel Corujo @Tenisports

El jugador platense Thiago Tirante, 20 años y número uno del mundo junior en 2019, señaló que en su momento le ofrecieron arreglar partidos, que es muy normal en el circuito Future “donde la mayoría no tiene ni un mango ni un sponsor”, pero que lo denunció y nunca aceptaría algo así. “Antes de eso prefiero dejar el tenis”, dijo.

Días atrás se conoció que el argentino Nicolás Arreche, número 612 del mundo, fue suspendido provisoriamente y de forma inmediata por corrupción y arreglo de partidos por Richard McLaren, funcionario independiente de la Audiencia Anticorrupción (TIU). Vale recordar que Nicolás Kicker, quien este año está regresando a la competición, en su momento fue suspendido 2 años y 9 meses por arreglar dos encuentros en torneos challengers.

Tirante, 330 en el ranking mundial de ATP, contó una experiencia personal, en una entrevista con el Podcast especializado en tenis “Tres Iguales”: “A mí me ofrecieron. Estaba jugando un torneo de 25 mil dólares, en Italia, hace como tres años, y me llegó un mensaje de un chabón que no recuerdo cómo se llamaba. Yo había pasado la qualy (clasificación) y jugaba en primera ronda, y me ofrecieron 5.000 euros por perder”.

Vale señalar que en estos torneos con 25 mil dólares en premios, el campeón en singles se lleva 3.600 dólares. Y el perdedor en primera vuelta, apenas, 260 verdes.

“Yo se lo reporté a la TIU, les mandé una screenshot (captura de pantalla) y siempre comento que nunca me contestaron. Pero yo tenía una evidencia, porque, después, él borró el mensaje. Yo, por las dudas, lo reporté y tengo la conciencia tranquila. Nunca me había pasado, pero te genera mucha cosa. Al otro día que me llegó el mensaje fui a jugar con mucha presión ese partido, porque no sabía qué había pasado. No sabía si habían apostado o no. O si perdía y me denunciaban porque había perdido. Entonces, el día del partido me sentía raro”, finalizó Tirante.

Lo cierto es que es muy fácil tentar a jugadores “indefensos” por el sistema de competencia. La mayoría viaja a esos torneos de desarrollo sin acompañantes y cuando pierden rápido se van frustrados. Sin contención de ningún tipo. Sabiendo que pierden plata. O como van a seguir con sus giras. Entonces ahí aparecen esta “mafia”.

Está claro que no está bien arreglar partidos, pero también es comprensible, cuando las cosas no van bien y el jugador ve todo oscuro, caer en una tentación que puede arruinarles su carrera.