Alrededor de 30 familias del paraje Las Toscas, que se encuentra muy cerca de La Calera, un pueblo que dista a 70 kilómetros de la capital provincial, dependen del agua de lluvia para subsistir, puesto que en la zona no hay obras de agua potable.
Los vecinos dependen del río subterráneo que pasa por el lugar para abastecerse de agua y así poder consumirla, higienizarse, limpiar y mantener los campos; pero desde hace tres años aproximadamente, los lugareños contaron que las napas que alimentan este río se habrían secado las napas, por la falta de lluvias. "Año a año esto se agrava", se lamentaron.
Jorge Lucero, vecino del lugar, explicó en Amanecer Informados que realizaron diversos pedidos a las autoridades para que hagan una conexión entre el acueducto de Nogolí y la zona, puesto que la distancia es poca.
"El Gobierne tiene un plan muy bueno, pero hay algo que yo no entiendo", señaló lucero y seguidamente cuestionó "¿cómo arraigamos nosotros a los jóvenes sin tener ni siquiera agua?". De esta forma, el vecino puso en evidencia la incompetencia del Plan de Arraigo Rural para Jóvenes, que impulsa el Gobierno provincial.
Sobre los pedidos de los vecinos para que se solucione la situación, Jorge dijo que no han "obviado ningún paso protocolar", y explicó que mantuvieron reuniones con autoridades municipales, provinciales y legisladores.
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