El Programa establece la interacción del sector público y privado, capacitación en los rubros de cosmetología, panadería y zapatería y actualmente participan trece jóvenes del Hogar de Día
El Hogar de Día de Puerto Iguazú presentó a la comunidad el Programa de Inserción Laboral Adolescente (PILA) con la interacción del sector público y privado. Actualmente ya forman parte del mismo trece jóvenes y un tutor de la institución y más de cien estudiantes de la comunidad que concurren para capacitarse en los distintos rubros de panadería, cosmetología, peluquería y zapatería.
El Hogar atiende a niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad social y la capacitación e inserción laboral que demandan los jóvenes, que están a punto de egresar de la institución por una cuestión de edad, hizo que se ideara el mencionado proyecto para atender esta necesidad y se amplió a la comunidad, ya que sin el aporte del sector privado ya sea con equipamiento y la misma capacitación sería difícil cumplir los objetivos.
El primer proyecto que se comenzó a ejecutar dentro del programa fue el de cosmetología y peluquería. A través de un convenio entre el Hogar y la profesional cosmetóloga y peluquera, la institución cedió un sector de las instalaciones para que se desarrolle la actividad privada (atención al público, cursos, talleres) sin costo de alquiler, limpieza, y mantenimiento. En contraprestación se equipó el espacio y se capacita a cuatro de las adolescentes que el Hogar contiene, dándole así una profesión y una salida laboral inmediata, tanto de manera dependiente o independiente. Además, la profesional dona mensualmente un porcentaje del total de su recaudación, que el Hogar reinvierte en la atención y contención de los adolescentes.
En julio de este año se sumó el proyecto de panadería, pastelería y elaboración de pastas saladas con la participación de seis adolescentes de Hogar, dos de los cuales ya elaboran los distintos productos.
El panadero de la empresa proveedora (sector privado) ofrece capacitación a los adolescentes dentro de las instalaciones de la cocina del Hogar y con el equipamiento e insumos de la institución. Estos adolescentes serán luego los que elaboren productos panificados, como monotributistas sociales, para ingresar en el mercado gastronómico de Iguazú, y así generar su propia ganancia y reinversión hacia el capacitador y el sector cocina.
En septiembre se sumó al programa don Victoriano Ríos, conocido fabricante de zapatos de la ciudad, quien no contaba con un espacio para desarrollar su actividad, pero sí con todo el equipamiento y material. Por lo tanto, su inversión primaria fue la instalación de cuatro máquinas y se sumaron tres participantes adolescentes y un tutor de la institución.
En cuanto a la producción hoy ya presentaron 5 pares de calzados de danza folclórica para damas, 4 pares mocasines para hombres, un par de botas de malambo, 3 pares de calzados para mujeres (clásicos de trabajo), 2 pares de sandalias de verano, 2 pares de zapato de gala, 1 par de zapatillas de fútbol (botín), 2 pares de zapatos escolares - 1 para varones, 1 para niñas.
El Hogar a través de la conformación de una Cooperadora realiza acciones a beneficio del programa y de la institución, logrando así un control oficial sobre los gastos e inversiones que se llevan adelante y dando participación a particulares que quieran actuar de voluntarios, y a los participantes del Hogar que puedan facturar por sus servicios como monotributistas sociales.
En el programa en primera instancia un productor particular de escasos recursos realiza una inversión, recibe el beneficio y a su vez “derrama” hacia los ayudantes, asistentes, operarios que capacita en su actividad. Éstos son adolescentes en situación de riesgo social y vulnerabilidad, admitidos y participantes del Hogar de Día Iguazú. En el caso de zapatería, el tutor (personal) del Hogar, Rafael Elizalde, también se capacita en todo el proceso de producción para sostener la actividad en el tiempo en la institución.
Por otra parte, la calidad de la producción y sus costos accesibles llegan directamente a los consumidores finales, sin intermediarios. Es decir, un calzado de alta calidad, con material de primera, llega a los consumidores de la ciudad a bajo costo por no tener el aumento que adicionan los intermediarios.
Estas ganancias, a la vez, por el convenio realizado entre el inversor-productor y la institución, vuelven en porcentaje al Hogar como reinversión en insumos y mantenimiento de las áreas educativa, salud integral y talleres.
El coordinador, licenciado Hugo López, dialogo con Nacional Iguazù y diò detalles del proyecto.