Horacio Embón entrevistó al geólogo Jorge Rabassa, investigador superior del Conicet de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego sobre el enorme iceberg  que se desprendió de la Antártida y flota a la deriva. Se trata de una porción de la plataforma Larsen C que mide 5800 km2, 25 veces el tamaño de la Capital. Científicos monitorearán su movimiento ante posibles amenazas para los barcos en la zona.  "Lo más probable que se desintegre en fragmentos. Parte del hielo puede permanecer en la zona durante décadas, mientras que otras partes pueden ir a la deriva hacia el Norte, hacia aguas más cálidas", destacó.