José Lumerman, psiquiatra y supervisor del Instituto Austral de Salud Mental, señaló la necesidad de abordar el tema dado que se trata de una desenlace que pude prevenirse. “El suicidio puede prevenirse. La detección precoz y el tratamiento adecuado no solo revierte las posibilidades del suicidio sino que permite la recuperación de la persona y desarrollar una vida propia” aseguró Lumeman.
Sobre las estadísticas respecto a los suicidios aclaró que una cosa es el índice de desenlaces que terminan en suicidio y otra estadística es la de los intentos. “Tengo información fragmentada. Hubo una disminución de los suicidios. Es información parcial y que podría tener que ver con mucho desarrollo y capacitación en el Sistema de Salud. El hecho de tener guardias que reciba a la gente disminuye el índice pero lo que sí podemos afirmar que los índice de intentos de suicidios se han incrementado a nivel nación e internacional especialmente entre los más jóvenes, especialmente después de la Pandemia” detalló.
El especialista dio cuenta del impacto de la Pandemia en los más jóvenes a lo que debe sumarse la preponderancia de las relaciones particularmente en redes. “La Pandemia fue tan grave, siniestra y distópica que es como si no hubiera ocurrido y hubiera sido una pesadilla pero generó un trauma enorme y dejó a este sector etario en una especie de limbo. Si a eso le sumamos todo lo que tiene que ver con las comunicaciones actuales entre los jóvenes viviendo una vida bidimensional por internet que tiene más fuerza que la realidad concreta. Es como un vacío que cubre otro vacío”.
Sobre la desesperanza y la preocupación en adultos desde el resultado de las elecciones PASO, José Lumerman ensayó una explicación: “El fenómeno Milei no tiene nada de racional y es todo emocional. Si uno ve desde lo racional es como bizarro, no tiene ni pie ni cabeza. Es como una canalización de frustraciones que generó mucho odio en la población. Ese discurso violento expresa la violencia interna de la población que si bien es pacifica no es mansa y sometida. Lo que más me preocupa que no va por el lado de la esperanza sino que va por el abandono de la esperanza” concluyó.