Florencia Alfie psicóloga especializada en adolescentes y en orientación familiar, explicó de qué se trata este ritual celebratorio que se hizo común en los últimos años entre las personas jóvenes del último año de la secundaria. Los chicos se reúnen la noche anterior al inicio de clases para festejar, y las formas de festejo pueden incluir entradas a la escuela con música o batucadas, banderas, cotillón, disfraces, presentación del buzo de egreso, etc. A esto pueden sumarse situaciones relacionadas con el consumo de alcohol u otras sustancias. La especialista contó que puede ir en una especie "de caravana" al colegio y lo que preocupa a los padres es lo que tiene que ver con los excesos.

"Pueden llegar alcoholizados o habiendo consumido sustancias a la escuela. No se trata de impedir que festejen sino de tratar de promover que celebren de una manera más saludable. Son vulnerables y evitar lo que puede conllevar el consumo de sustancias. Es una noche que genera polémica además por los ruidos en las calle, los cortes de calles, y el consumo excesivo", expresó.

Alfie mencionó que hay padres que se organizan muchas veces previo al inicio de clases encuentros entre ellos mismos para coordinar "patrullas para controlar". "El adolescente quiere transguedir y están en una etapa que se sienten empoderados, por eso es difícil explicarles algunas cosas. Pero siempre hay que apostar a los límites claros y a los diálogos claros. Apostemos a las recomendaciones y a hacerles entender los porques", agregó.