COLUMNA DE OPINIÓN

“Es que se aburre…” (La frase que se ha vuelto “viral”)

 La frase se escucha asiduamente. Sale de los labios de mamás que conversan sobre cómo les va a los chicos en la escuela. Ellas y ellos, porque también es motivo de conversación de los papás.

 

Y se ha hecho, al decir del lenguaje actual, viral. Tanto que la gente especializada en educación ha tomado y analizado la situación. Han bajado la consulta a inspectores y docentes y la conclusión ha sido un lacónico: “si, se aburren”.

 

"¡Ah! son los contenidos" han concluido varios. "¡Vamos revisar los contenidos!" “¿A ver matemáticas?”. No solo aburre; a muchos fastidian los cálculos cuando casi todo está en el celular "¿Y lengua? ¡Qué dilema!" Hay que escribir bien. Aprender ortografía para saber cuándo va con S o C, con H o sin ella y en qué lugar se ubican comas, puntos y demás. Los mensajes de textos tienen reglas conocidas por todos (Las abreviaturas a full). 

 

Algo parecido sucede con Geografía (Google Maps lo lleva...) e Historia (¡Viva Wiki pedia!).

 

Se escucha, y mucho, que en otros países hay un uso absoluto de la tecnología. Uso si, absoluto no. Los especialistas coinciden, por ejemplo, que en Finlandia (la nación mejor conceptuada en materia de educación) la pedagogía está por sobre la tecnología. El celular se usa solo si el educador lo autoriza para una actividad pedagógica; sabe que la clase fracasa si, mientras explica, el alumno pone al día sus redes sociales. El papel (cuadernos, libros, carteles) sigue primando al igual que las pizarras convencionales. 

 

Los contenidos no se ubican en el centro de la escena. Lógicamente se aggiornan aunque sin modificar la esencia. Educadores y educandos tienen claro el cómo.

 

Y aquí estamos nosotros con nuestra realidad que es la que importa; buscando nuestro destino. Si tenemos la certeza que escuela no es sinónimo de pelotero o PlayStation, lo del aburrimiento pasará a ser anecdótico.