El escrache que sufrió la familia del intendente de Concordia, Alfredo Francolini, fue convocado por propietarios de gimnasios que reclaman la flexibilización de las medidas dispuestas para intentar frenar los contagios de coronavirus. Tras el hecho, intendentes del PJ repudiaron el escrache contra el domicilio particular, tal como sucedió hace algunos días frente a la casa del gobernador Gustavo Bordet.

Al respecto, el intendente de Santa Anita, Juan Amavet, sostuvo: “No podemos naturalizar este tipo de conducta, todo tiene un límite en la democracia. El derecho a expresar las ideas, estar en desacuerdo con determinada medida no puede tener una actitud temeraria con la familia”, expresó.

Asimismo, el jefe comunal indicó que “nadie puede festejar una medida restrictiva, la verdad nos toca tomar decisiones en pos de cuidar la salud de la gente. Por supuesto que eso a determinados sectores y comercios los pone en una situación compleja en el tema económico, con las clases también, son medidas que algunos están en contra y otros en favor, pero el límite es violar ese juego democrático donde los reclamos van hacia la vida privada”, reflexionó.