Este 8 de mayo se celebra el Día de la Virgen de Luján, la patrona de la Argentina, cuya imagen fue moldeada en Brasil por encargo de un hacendado portugués que vivía en la Córdoba del Virreinato del Río de la Plata. Roberto Romani recordó la historia que se remonta al siglo XVII.
El asesor cultural del Gobierno de Entre Ríos, Roberto Romani, recordó que un hacendado portugués Antonio Farías de Sá, residente en la ciudad de Córdoba del Virreinato del Río de la Plata le encargó a un amigo de Brasil una imagen de la Virgen María. Su intención era exponerla en una capilla que formaba parte de una estancia suya en Sumampa, en donde en la actualidad se encuentra la provincia de Santiago del Estero.
La imagen solicitada llegó al puerto de Buenos Aires en marzo de 1630, clasificada y acondicionada en un cajón. Desde allí inició su camino al destino final en una carreta tirada por bueyes pero quedó parada al llegar al paraje denominado "Árbol solo", a orillas del río Luján, en la provincia de Buenos Aires. Los animales no se movieron y esto fue interpretado como una señal de que la imagen debía quedarse allí y eso pasó.
La escultura mide tan sólo 38 centímetros y está realizada en terracota (arcilla cocida). Su manto azul está caído, salpicado de estrellas blancas y la túnica es encarnada.
El primer santuario se inauguró en 1763, y el 8 de mayo de 1887, el Papa León XXIII decidió coronarla como "Nuestra Señora de Luján", dando origen a su festividad anual.
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