Este es nuestro homenaje desde LRA Nacional Catamarca a "La primera dama de la radiodifusión catamarqueña", Anita Martinena. Hoy desplegó sus alas , se fué con su voz hacia el cielo seguramente para dejar su impronta entre las nubes.
En el Día del Locutor, nos dejó una de las más brillantes y queridas profesionales de Catamarca.
Con profundo pesar, la comunidad de Catamarca recibió hace instantes la dolorosa noticia del fallecimiento de Anita, una de las más brillantes y queridas profesionales de la provincia que dijo adiós en el Día del Locutor.
Locutora y actriz teatral, Anita Martinena supo sumarle a sus dotes naturales una gran capacidad de trabajo. "Polita”, como se la reconocía con cariño y respeto, fue maestra normal nacional, egresada de la "Clara Jeanette Armstrong”. Estudió taquigrafía en la Universidad Popular Femenina "Eva Perón”. Egresó del Instituto Nacional del Profesorado Secundario con el título de profesora de Filosofía y Ciencias de la Educación. Actuó bajo la dirección de figuras relevantes como José Horacio Monayar y Juan Oscar Ponferrada, entre otros. Violinista, formó parte de la Orquesta Sinfónica de Catamarca, bajo la dirección del maestro Juan Bellavía. Premios y distinciones adornan su vitrina de logros: medalla de oro otorgada por la dirección de LW7 Radio Catamarca (1966): premio San Antonio (1971); medalla y diploma instituido por la ONU en el Año Internacional de la Mujer (1975); premio Santa Clara de Asís (1981); premio Juan Bosco (1985); premio Alicia Moreau de Justo (1986); honor al mérito Rotary Club Catamarca Catedral (1991-1992); premio Federico Emiliano Pais (1997); premio Fray Mamerto Esquiú (1998); diploma de honor Tributo a la Mujer Trabajadora Catamarqueña (2006); plaqueta y diploma de honor del Instituto Nacional de Teatro (2007): ciudadana ilustre declarada por el Concejo Deliberante de la Municipalidad de la Capital (2011); socia fundadora de la Rueda de la Amistad y el Rotary Club Catamarca Catedral y…LOCUTORA, así, con mayúsculas. El próximo 5 de julio, la Fiesta Nacional del Poncho va a cumplir sus Bodas de Oro. Aquella primera edición tuvo el sello distintivo de la voz femenina que, con el tiempo, se convertiría en la palabra inconfundible que habría de penetrar con elegancia, dulzura y educación en todos los hogares de Catamarca, para quedarse para siempre. Locutora, libretista, animadora, entrevistadora y maestra de ceremonias: en cada rubro dejó impregnada la magia incomparable de su presencia y su mensaje. Anita Rosa Martinena, la "Polita” que extrañamos en la radio y en los escenarios, supo ganarse el respeto y la admiración de todos por igual.
Compartimos aquí, a modo de homenaje, la entrevista que hace pocas semanas le realizara para El Esquiú.com nuestro colega Kelo Molas.
-¿Cuándo despertó en usted la vocación de ser locutora?
-Sé que desde muy niña ya me gustaba declamar, cantar y bailar. En la escuela y desde los primeros grados, siempre levantaba la mano para participar de lecturas, integrar el coro escolar y formar parte de las representaciones teatrales. Ya de joven, la vocación fue más fuerte. Recuerdo que la vida de Catamarca pasaba por la radio; la gente tenía muy en claro que era un bien cultural que se ofrecía gratuitamente. La gente estaba muy atenta y había que ser cuidadoso en el manejo del lenguaje. Todos esos fueron más que un motivo para yo querer formar parte de ese mundo. El objetivo era informar, no alarmar; y por consiguiente entretener, formar, sugerir, reflexionar y fantasear.
-¿Cuál fue el mejor locutor de Catamarca a su criterio?
-¡Qué difícil pregunta! No creo justo elegir una voz como la mejor, pero sí puedo nombrar a tantos y buenos profesionales de aquellas épocas: Orlando Amalio Vera, Ramón Vivanco Salles, Ramiro Espoz Saavedra, Tito Paz (un catamarqueño que emigró temprano y que triunfó como la voz de platino en Córdoba), Ricardo Remedí (que además de micrófono hacía producción radial), Juan Carlos Andrada (el líder), René Oscar Pandolfi, un privilegiado de la voz y muy buena persona. En la lista no pueden faltar Juan José Serra, una de las buenas voces catamarqueñas; Rafael Bruno, los hermanos Humberto y Ricardo Jerez, José "Pepe” Yunes, Guillermo Melo (catamarqueño radicado en el Sur durante varios años y recuperado nuevamente, autor y creador del programa "Recordando Éxitos”). También merecen mi recuerdo: Hugo González, Manuel Flores (locutor, animador y showman), Carlos Javier Bravo (autor del recordado programa ómnibus "Sábados Estelares”), Jorge Isaac Saavedra (con su programa "Complaciendo su pedido”), Luis Oscar Aísa que arrancaba muy temprano con su espacio "Catamarca Crece” y a media mañana le quedaba tiempo y muchas ganas para ser mi "partenaire” en el programa "Caminando por Rivadavia”. En el recuerdo incluyo también a los operadores y técnicos de la radio, todos muy buenos profesionales y mejores compañeros. Si en el olvido quedaron algunos nombres, pido las disculpas del caso.
-¿Trabajó alguna vez con ese personaje que fue Manuel Flores?
-Claro que sí, en muchas oportunidades trabajé con Manuel, "El loco”, como cariñosamente le llamaban. No sólo como compañero radial, sino también haciendo dupla en espectáculos populares. Fue un personaje con un carisma especial, muy querido por su público y muy buena persona. Tengo gratos recuerdos de él.
-¿Cuál fue el programa de radio que le dio mayores satisfacciones?
-Todos los programas en los que participé, de una u otra manera, supieron darme satisfacciones. Pero si tuviera que elegir uno en particular, ese programa sería "El té de las cinco”, con varios años de emisión y al que la Comisión Central Diocesana de la República Argentina le otorgó el premio nacional "Santa Clara de Asís” en reconocimiento a la esencia y al contenido de sus mensajes.
-¿Cuántas radios tuvieron el privilegio de contar con su voz?
-Trabajé en la recordada LW7 a lo largo de 25 años de mi vida. Luego, a principios de los años `90, llegaron a la provincia y con mucha fuerza las radios "FM” (frecuencia modulada). Desde el primer momento, emisoras como FM Catamarca, FM Ancasti, FM Pucará y FM Municipal me invitaron muy cordialmente a formar parte de sus diales.
-¿Qué significó para usted haber sido la animadora de la primera edición de la Fiesta Nacional del Poncho?
-Principalmente un gran orgullo, pero a la vez una enorme responsabilidad. Fueron diez días y diez noches intensas de lo que significó para mí una escuela extraordinaria. Guardo recuerdos hermosos de ésa y de las sucesivas fiestas del Poncho. Fui elegida como conductora y animadora junto al músico y compositor cordobés Abel Figueroa. Aquella primera edición se llevó a cabo en lo que se denominó el "Tinglado Mayor” de la Manzana de Turismo. Contó además con la coordinación de Ramiro Espoz Saavedra, los libretos del poeta salteño Jaime Dávalos y pautas publicitarias a cargo de Jorge Isaac Saavedra. La noche inaugural abrió sus puertas para un público que copó sus instalaciones, el 5 de julio de 1967. Estuvo dedicada al departamento Belén, "Cuna del Poncho” y fue transmitida a todo el país por la Red de Emisoras Splendid. A partir del año del lanzamiento del festival, tuve el honor de animar 25 ediciones posteriores. Haber sido la primera animadora mujer, me valieron sucesivos reconocimientos por parte de las diferentes comisiones organizadores del Poncho.
-¿Alguna locutora mujer que considera se haya destacado en Catamarca?
-Muchas fueron las que se destacaron por su capacidad, su estilo, modalidad, entonación, carisma, llegada y aprecio. No puedo decidirme por alguna en particular pero, si se me permite, puedo recordar a Lita Vega, Rosa Martínez, Leda de Niño, Iris Agüero (de larga trayectoria radial, que vino desde el sur del país y se radicó en Catamarca), Teresita Murúa, Analía Carena, Gloria Gutiérrez y Sonia Luna (dos nuevos valores por aquel entonces) y María Angélica Morcos, entre otras. Verdaderamente, todas mujeres de carácter que tuvieron su impronta en la radiofonía local.
-¿Quiénes fueron los artistas a los que llegó a presentar?
-He tenido la suerte de poder compartir micrófono y escenarios con notables figuras locales muy queridas y recordadas por el público, tales los casos de Polo Giménez, Atuto Mercau Soria, Margarita Palacios y Selva Gigena, por ejemplo. También con figuras que visitaron nuestra provincia, entre las que puedo mencionar a Héctor Larrea, Guillermo Brizuela Méndez, Abel Figueroa, Jaime Dávalos, Héctor Marcó, Julio Di Palma, Tito Paz, Miguel Ángel Gutiérrez, Clidy Suárez, Aníbal Cufré, Héctor Jorge Biancotti, Marcelo Simón, Jorge Formento, Julio Marbiz, Enrique y Mercedes Carrera, Carlos Iglesias, Simón Stolar, Mirtha Legrand, Andrés Percivale y Lolita torres, entre muchos otros.
-También fue locutora de la Fiesta Nacional del Aguardiente en Valle Viejo.
-Así es. Y gracias a ello tuve la oportunidad de viajar al interior de nuestra provincia: Belén, Andalgalá, Tinogasta, Recreo, Pomán, sedes de algunos escenarios inolvidables.
-Cuéntenos su experiencia al frente de la entidad de jubilados "Fray Mamerto Esquiú”
-Por más de una década y por tres períodos consecutivos, tuve el compromiso y la satisfacción de estar al frente de la Asociación Provincial de Jubilados y Pensionados "Fray Mamerto Esquiú”, institución no gubernamental, sin fines de lucro que, con 60 años de trayectoria, es uno de los centros mutualistas más importantes del Noroeste argentino. Orgullo, entrega y la satisfacción del deber cumplido son el resultado personal que dejaron en mi alma el paso por esta importante entidad.
-¿Alguna vez fue tentada para un cargo político?
-Creo que usar la palabra "tentación” sería dejar librado al azar un impulso que si no es controlado, puede ser poco alentador para llevar a buen puerto un propósito. Considero que, en todo caso, me honraron al invitarme, allá por el año 1997, a participar de un movimiento partidario denominado "Alianza Frepaso”, como candidata para el cargo de diputada nacional. Otra experiencia que me acercó a la gente desde otras perspectivas, brindándome una mirada diferente hacia aquellas realidades que nos rodean. Siempre participé en política, si se quiere, a través de obras y acciones llevadas a cabo desde entidades de bien público, asociaciones mutualistas y de voluntariado en general.
-¿Es catamarqueña? ¿Qué significa Catamarca para usted?
-Siempre dije que soy santiagueña de nacimiento y catamarqueña por elección. Mi padre fue ferroviario y su trabajo lo llevó a estar comisionado como supervisor de área en diferentes puntos del país. Es por esa misma razón que tuve un hermano cordobés y otro santafesino. Pero desde muy chicos, y por cuestiones de crianza, mis padres decidieron que debíamos crecer y hacer nuestras vidas en Catamarca. Mi familia, mis afectos y los más caros recuerdos, ya son parte indivisible de esta tierra.
-¿Qué quiere para Catamarca y su gente?
-El catamarqueño tiene un modo de ser muy especial. Es amable, cordial y solidario, pero al mismo tiempo fuerte, decidido y provocador. Tiene grandes dosis de paciencia y respeto, pero cuando no se siente retribuido, o tal vez menoscabado en esa entrega, puede reaccionar con fundamentos defendiendo lo que le corresponde. No en vano esta tierra es simiente de santos y caudillos. ¿Qué quiero para Catamarca? Que nunca deje de manifestar su esencia. Todo este pueblo comparte la misma sangre. Una sangre con historia, tradiciones y valores que por estos tiempos debe volver a enaltecer, mostrándoles a los que llegan cuál es el rumbo, por dónde van las raíces; y de ese modo, remarcar nuestros valores.
-¿Tiene mucho para agradecerle a la vida?
-Tengo TODO para agradecerle a la vida. Lo que la vida me dio, de algún modo se lo prodigué a la gente. Cada semilla que la vida gentilmente supo regalarme, creo haberla sembrado en tierra fértil. Es por eso que en este momento de retiro y a mis 82 años, siento el cariño de mis afectos y de todos aquellos que supieron respetarme por mi entrega y dedicación, a lo largo de tantos años.
Fuente: elesquiu.com
Edición: Guillermo Farias
Audio: Programa "La Tregua" condución: Sonia Luna