Valentín Godoy, de 13 años, ingresó el pasado 25 de marzo al Hospital de Niños San Roque de Paraná con un cuadro de apendicitis. El niño fue operado y aunque parecía que se estaba recuperando, su cuadro comenzó a empeorar con el correr de los días. Su tío, Esteban Godoy, dijo que rechazaba los alimentos y advirtieron que tenía una infección en la zona de los intestinos por lo que volvieron a someterlo a varias intervenciones quirúrgicas. El nene comenzó a levantar fiebre y los médicos observaron que tenía una hemorragia interna. “Le pusieron gasas en todo el estómago para detener la hemorragia, aparentemente como tenía fiebre licuaba la sangre, lo que provocaba que se reventaran las arterias”, relató el hombre. El martes 7 fue operado por última vez de los intestinos, permanecía en terapia intensiva con fiebre alta y luego falleció, contó Godoy.
La familia hizo una denuncia judicial y pide que se le practique una autopsia para poder conocer qué fue lo que desencadenó la muerte de un chico que siempre había sido sano y que practicaba deportes regularmente. Desde el hospital, les pidieron que retiren el cuerpo porque por el momento no se están haciendo autopsias en la Justicia debido a que hay personal de guardia con motivo a las medidas adoptadas por el coronavirus. Ahora, los padres del niño buscaron asesoramiento legal para definir los pasos a seguir.
“Era un ángel, es una perdida muy grande para nosotros, para los abuelos, para los padres, que se haga Justicia”, reclamó un Godoy compungido.
Por su parte, la ministra de Salud de la Provincia, Sonia Velázquez, dijo a Nacional Paraná que el organismo está en conocimiento del caso y que se constituyó una "auditoria de muerte infanto". Al respecto, explicó que la misma será presidida por el Comité de Bioética del Ministerio de Salud y "van a intervenir expertos constituidos para el análisis de este evento sanitario".
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