Mil Gracias recibió la visita de la soprano Gabriela Pochinki, una de las cantantes más importantes del mundo, quien hizo un recorrido de su carrera desde sus inicios, a los 6 años, hasta llegar a los grandes escenarios y ganar algunos de los reconocimientos más importantes de la lírica.
Destacó el rol de su madre, quien siempre la alentó y acompañó en cada desafío, dándole "la fuerza del estudio y el ensayo". A su vez, consideró que su padre fue una figura "muy difícil" para su carrera, ya que "él no quería una hija artista" y jamás la apoyó.
Además, brindó pautas para cuidar la voz: recomendó tomar mucha agua, evitar los picantes, el alcohol y el café. "El cantante lírico lleva una vida muy restringida", concluyó Pochinki. También, destacó el lugar de la espiritualidad y la religión.
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