La porteña Pilar Geijo, cuatro veces campeona mundial de aguas abiertas, tiene nuevo desafío a principios de enero: unir Colonia y Punta Lara en menos de 12 horas para poder hacer donaciones a un humilde club de barrio de La Plata.
Así, esta nadadora de elite de la Argentina, cierra una temporada top. Finalizó 4ta a nivel mundial, entró en el Salón de la Fama y se recibió de periodista deportiva.
Pilar, de 33 años, admite que disfruta mientras nada durante 8 ó 9 horas, lo que habitualmente duran las competencias de aguas abiertas. A la vez sorprende cuando asegura que, mientras nada, entra como en trance o suele ir cantando a la par de sus brazadas.
También impacta cuando reconoce que piensa en otros deportistas o se imagina situaciones adversas para superar sus propios límites. “Un día me pegaron un codazo sin intención y, pese al dolor y a la sangre, seguí cuando desde la lancha me mostraron un cartel que decía Mascherano, a quien admiro por su temple y valentía. Otra vez, en Canadá, imaginé que se había hundido un bote y que yo tenía que llegar a la orilla para dar aviso. Tenía mucho frío, el agua estaba congelada y si no hubiese sido por esa motivación de salvar a la gente, habría abandonado… De hecho toqué la placa de llegada y me desmayé”, cuenta Geijo, quien ganó aquella carrera de 2014 y ese año terminó logrando uno de los cuatro títulos mundiales que tiene.
Cruzar el Río de la Plata buscando un reto personal (bajar el récord) y, a la vez, cumplir con un fin solidario, ya que cada uno de sus sponsors hará donaciones que mejorará la infraestructura de un club de barrio de La Plata, justamente el lugar de la llegada.
Pilar saldrá desde Colonia, en Uruguay, y arribará a Punta Larga. Aún no tiene claro qué día (del 2 al 10), porque se buscarán las mejores condiciones para cubrir esos 40 kilómetros. La idea es batir el récord (12 horas y 6 minutos) que está en manos de Noelía Petti desde 2014.
Etiquetas: análisis, Deportes, Natación, Pilar Geijo