Sergio Goycochea se convirtió en uno de los arqueros más importantes de la Selección Argentina. Sus atajadas en el Mundial '90 quedaron en la memoria de todos los argentinos y hoy, a 30 años de aquella Copa del Mundo, todavía siguen siendo recordadas.
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Pero su carrera comenzó 10 años antes, en 1980. En Lima, ciudad del partido de Zárate, comenzó a jugar al fútbol. Rápidamente fue contratado por Defensores Unidos de Zárate. Para 1982, ya era parte de la Selección Juvenil y jugaba en la primera de River.
Sin embargo, su consagración llegó en Italia. En ese Mundial, el ex arquero era el suplente de Nery Pumpido, titular indiscutido. Pero en el segundo partido, ante la Unión Soviética, el arquero campeón en México '86 se lesionó y 'Goyco' tuvo que entrar.
"Fue todo tan rápido que no tuve tiempo de pensar nada. Bilardo hacía tiempo para demorar la salida de Nery y que yo pudiera calentar", recuerda.
Esa Copa del Mundo tuvo un comienzo difícil para la Selección. Los objetivos eran tres, de menor a mayor: quedar entre los cuatro primeros, llegar a la final y ser campeón del Mundo.
Tras la derrota ante Camerún, parecía que el sueño se terminaba y el Doctor Bilardo lanzó una frase que quedó inmortalizada: "Si nos volvemos en primera ronda, secuestro al piloto y tiro abajo el avión".
Finalmente, la Selección jugó los siete partidos. Sólo faltó un poquito para quedarse con el titulo, pero un dudoso penal sobre el final del partido le dio el triunfo a los alemanes. No obstante, a 30 años de aquel partido, 'Goyco' se siente Campeón del Mundo.
"Con el paso del tiempo, uno se pone a pensar por qué tanto afecto, por qué dura tanto este hito de Italia '90. Lo agradezco, pero no lo entiendo. Cada vez que recorro cualquier punto del país, ahí soy Campeón del Mundo porque la gente me lo hace sentir así", relata.
Etiquetas: Sergio Goycochea, Todo con Afecto