“Hay que estar agradecidos a los científicos, los voluntarios y a los profesionales de la salud en general que han trabajado mucho para que diferentes vacunas y opciones estén disponibles, y también a los entes reguladores que posibilitan que una vacuna esté al alcance de la población”, expresó la Viróloga argentina Jesica Levingston Mac Leod, quien reside y trabaja desde hace varios años en Londres, Inglaterra.
Respecto de la vacuna Sputnik V dijo que los resultados finales están en la página web “pero son muy generales y el resto de los científicos estamos esperando el detalle para poder evaluar los resultados”.
En este sentido agregó que confía en la revisión de los reportes clínicos efectuados por el ente regulador argentino “y dado los resultados positivos han decido usarla en lo que se llama un uso de emergencia”. Esto implica que los estudios deben continuar “pero dado el alcance que tiene el covid uno siempre tiene que equilibrar los beneficios en contra de los riesgos”.
Agregó que los riesgos de seguir en esta pandemia “son tan grandes que se necesita una vacuna para pararla”. Explicó que el uso de emergencia se utiliza en muchas enfermedades como el cáncer donde, “cuando un tratamiento demuestra eficiencia se lo pone al alcance de la gente aunque el estudio clínico se sigue desarrollando, porque sería inhumano seguir dándole placebo a la gente cuando el tratamiento provoque mejoras”.
La científica explicó que este tipo de virus se han venido estudiando desde hace años y ahora se puede adaptar la biotecnología a las nuevas variantes (mutaciones). “No es que ahora mágicamente apareció una vacuna en un año. Sino que años de investigación en virus similares han permitido que ahora se puedan adaptar estas tecnologías para producir vacunas y tratamientos en un año”.
Comentó que Europa está sufriendo una segunda ola devastadora y que el Reino Unido ha aprendido de sus errores –en referencia las medidas tardías de confinamiento y obligatoriedad de cumplimiento de protocolos de distanciamiento e higiene- y ahora están en cuarenta estricta.
La científica recordó que “el virus no puede reproducirse por sí solo, necesita de una célula para reproducirse entonces el mensaje importante es la responsabilidad de cada uno para parar la transmisión”. Los virus mutan constantemente y con más contagios hay más posibilidades de nuevas variantes “eso es lo que hay que evitar”, afirmó.
Levingston considera que con la utilización de las vacunas “y si la gente fuera responsable y siguiera las reglas, en el transcurso del próximo verano europeo y el invierno en el Sur, estaríamos controlando esto”.