Hablar de tracción a sangre, es hablar, en forma ineludible, no sólo de brutales casos de maltrato y crueldad animal, sino también de acentuadas problemáticas sociales y culturales que ponen en jaque la justicia social que impera en todo Estado de Derecho.
Audio:Proteccionista Roxana Starek donde solicita la colaboración de firmas para terminar con la tracción a sangre en nuestra ciudad
Lo cierto es que la tracción a sangre es un delito que pocos combaten -salvo los proteccionistas- y la misma sociedad que, ante el triste espectáculo de un caballo que se desploma, exhausto en el medio de la calle.
Flacos, heridos y cansados, los caballos son nuestros testigos mudos, víctimas de un sistema completamente degradado, adonde todo vale, amparado bajo la marginalidad y la pobreza, sistemáticamente utilizada por algunos.