“Cuando nos dirijamos a un grupo podremos comenzar diciendo: querides amigues. Cuando los trabajadores protesten podrán decir: estamos hartes de ser explotades. Los politiquies podrán llamar compañeres a sus partidaries. En los periódicos los anuncios solicitarán: une cocinere, une abogade, une secretarie”.
El texto anterior podría haber sido escrito en estos días de reivindicaciones por la igualdad de género, pero en realidad lo escribió hace 42 años Álvaro García Meseguer, un autor español. Este señor puso en discusión si la lengua era sexista o lo eran sus hablantes, cuando se eligió la “e” como alternativa al masculino genérico. La “e”como una terminación neutra, como punto intermedio entre la “a” y la “o”, de manera que fuera utilizable en los pluralesmixtos y en los casos en que se quiera aludir a un sujeto sin conocer su sexo.
Veamos tres posturas distintas
a) Grupos que denuncian una injusticia: hace un tiempo que la “x”, la arroba@, las alternancias “los y las” y la “e” se han instalado en los discursos públicos y hasta en textos oficiales como una manera de denunciar el machismo de la Lengua española, la supremacía del varón o la percepción binaria de la sexualidad (femenino y masculino-hombre y mujer). Según estos grupos no se visibiliza a la mujer ni a las variantes de género (trans, homo, bisexuales,etc)
b) Postura de La Real Academia de la Lengua Española: las 22 Academias que integran la RAE nos dicen que no es admisible usar estas alternativas: la “x”, la @ y la “e” como marcas de género. En su cuenta de Twiterla RAE aclara también que es un uso artificial y redundante decir: los y las estudiantes, los alumnos y las alumnas, los diputados y las diputadas. Es además innecesario ya que el masculino gramatical funciona en nuestra lengua como término inclusivo para aludir a colectivos mixtos (nuestros abuelos fueron inmigrantes, el hombre debe cuidar el planeta, el joven es rebelde por naturaleza).
c)Grupos que proponen creatividad de la sociedad para generar formas lingüísticas más igualitarias si en realidad consideran que la lengua es sexista y machista: morfemas como la “e” o la “x” no resuelven el problema como así tampoco un signo como la @. La sociedad configura la lengua y la lengua refuerza lo que configura la sociedad, la retroalimentación entre lenguaje y pensamiento es continua y se ha comprobado con el último diccionario de la Lengua española que “jubiló” más de 1350 palabras e incorporó 5.000 vocablos (en su mayoría palabras latinoamericanas y palabras de la ciencia y tecnología). En conclusión, si queremos ser más inclusivos deberemos crear nuevas formas que seguirán el camino naturalmente el lenguaje y el pensamiento: los hablantes aceptan naturalmente e incorporan los nuevos vocablos a su lenguaje cotidiano y después de un tiempo considerable ,la RAE los legitima en el diccionario.
Por: Lic. Liliana Montenegro
Etiquetas: Hablemos mejor