Oscar “Cholo” Gómez Castañón charló con Facundo Rodríguez, encargado de la producción en la pastelería.

“Es un lugar emblemático, fui cliente desde niño, antiguamente funcionaba como pizzería, pero la torta de ricota fue ganando relevancia y se convirtió en el caballito de batalla de la empresa Gino.”

“Tenemos una carpeta con recetas de los años ´40, incluida la de la torta de ricota, todo muy bien guardado, el secreto es la cremosidad del relleno, menos compacto que otras, una torta de masa fina que pesa dos kilos y cuesta mil novecientos pesos, hemos recibido pedidos desde Israel y un cliente nos pidió tres tortas para llevarlas a Perú.”