Adriana Britos, militante por los DDHH, es hija de Hugo Cayetano Britos, represor de la última dictadura militar Argentina. Ella integra "Historias de Desobedientes", un colectivo de hijas e hijos de militares y policías que rechazan a sus padres porque formaron parte del terrorismo de Estado.
La militante nació en 1969. "Viví toda mi infancia, adolescencia y juventud bajo el mismo techo con un padre que yo hasta ese momento no sabía que era genocida", dijo Adriana en diálogo con Siesta Clandestina.
Su padre trabajaba en el Departamento de Investigación de la Policía de Córdoba. En diciembre del 2009 fue condenado a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad.
"En el 76 llega mi padre y dice específicamente: "No salgan porque está el bulto afuera. Era un secuestrado", contó Adriana sobre un episodio que vivió cuando tenía 6 años de edad. "Ese chico tenía 15 años en ese momento y estaba vivo", agregó.
"En el contexto en el que vivíamos nosotros con un padre genocida, en ese momento era el padre amoroso. Pero el venía con una violencia intrafamiliar. Obviamente si alguien hablaba, la amenaza del padre era matarnos y quemar la casa con todos adentro. Vivimos con mucho miedo todos durante toda la vida de mi padre", narró.
"Estoy en la búsqueda absoluta de que más testimonios animen otros compañeros a encontrar la verdad, en estos 45 años que tiene el país en la búsqueda de desaparecidos", expresó Adriana refiriéndose a los aportes que realizó para diferentes causas a partir de lo que ella pudo vivenciar en primera persona.
"Todos los recuerdos recién salen a la luz con mi profesional terapéutico"
Desde el colectivo intentan que se reforme el Código Penal que impide que los hijos e hijas declaren en contra de sus padres. "No hemos tenido ninguna respuesta hasta ahora. Yo quise ir a declarar voluntariamente porque si hay cosas que reconozco que están bien también voy a decir lo que está mal y yo de esto no me puedo callar"
"Muchos de los compañeros que están en la misma situación que yo estarían dispuestos a compartir sus historias y a dar un testimonio a las causas que se vienen investigando desde hace más de 40 años. Fuimos testigos indirectos de lo que fue el Golpe Militar. En mi casa todos los hechos que ocurrían se relataban en los asados", reseñó.