“Estamos en una situación delicada”, señaló Irene Adaro, miembro de la Asociación Civil del Hogar San Ramón ya que enfrentan una deuda de 800 mil pesos y desde el año pasado no abonan las cargas sociales del personal.
La Asociación sin fines de lucro se sostiene con aportes privados y colaboraciones de instituciones públicas para atender a adultos mayores en situación de vulnerabilidad. En estos momentos asisten a 21 personas, la mayoría mujeres, y gran parte de ellos no tienen familiares que les puedan ayudar con mensualidad.
Los adultos mayores atendidos en el hogar presentan enfermedades crónicas y otras convalecencias. Solamente una de ellas se retiró a realizar el aislamiento obligatorio con su familia después de haber estado mal de salud con síntomas similares al COVID-19 luego descartado.