Se puso el esfuerzo en homogeneizar la formación y crea el 15 de noviembre de 1959 un organismo tripartito (estado, representante de los trabajadores y cámaras empresariales) que tiene a su cargo las escuelas secundarias técnicas industriales y a los centros de formación profesional: el Consejo Nacional de Educación Técnica (CoNET).
Este impulso a la educación técnica permitió a los jóvenes y adultos una inserción en el proceso productivo no solo como mano de obra especializada, sino como verdaderos pioneros en la aplicación de modernas técnicas de producción y de creación de pequeñas y medianas industrias.
El proceso formativo en las escuelas secundarias técnicas siempre estuvo vinculado a un profundo proceso de transmisión de conocimientos en ciencias naturales y exactas, y en el dominio de técnicas y tecnologías de punta.
El desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación, como correlato del avance en la microelectrónica fue rápidamente incorporado a los procesos productivos automatizados, que permitieron un incremento exponencial de la productividad en todos los sectores.
La educación técnica es pionera en la introducción de las tecnologías de la información y comunicación en su ámbito. Desde que se promulgara la Ley N.º 26.058 (Ley Nacional de Educación Técnica) se promueve vincular a los egresados con el mundo del trabajo, invertir en el equipamiento y en la formación de técnicos, medios y superiores, que continúen la cadena de la industria y el crecimiento de los pueblos del interior, promover y desarrollar la cultura del trabajo y la producción para el desarrollo sustentable. En este marco es importante promover e incentivar el desarrollo de actividades relacionadas con la Técnica, con la investigación, la extensión científica y tecnológica, tanto a docentes y estudiantes como a toda la comunidad.