Estaba desaparecido desde 1984

Identificaron el cuerpo hallado en la casa donde vivió Gustavo Cerati

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) comprobó que se trata de un adolescente de 16 años llamado Diego, que estaba desaparecido desde 1984.

Un sobrino sospechó que los restos humanos hallados en una casa de Coghlan donde vivió el músico podían tratarse de él y el análisis de ADN dio positivo.

Los restos se encontraron a fines de mayo, cuando un grupo de obreros demolió una medianera en la vivienda de Avenida Congreso al 3700 que el músico alquiló entre 2001 y 2003.

Era propiedad de Marina Olmi, hermana del actor Boy Olmi, y anteriormente había funcionado como geriátrico.

Además de unos 150 fragmentos de hueso, los investigadores hallaron un reloj marca Casio modelo C90 con calculadora, un corbatín y un llavero, y estimaron que el cuerpo sería de un adolescente de entre 14 y 19 años.

Estos indicios hicieron que un sobrino de Diego sospechara que podía tratarse de su tío.

El EAAF comparó el ADN de los restos con una muestra que proporcionó la madre del adolescente y el resultado fue positivo.

La familia lo buscaba desde el 26 de julio de 1984, día en el que volvió de cursar en la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N°36, almorzó con su madre y le pidió dinero para ir en colectivo a la casa de un amigo.

El joven salió vestido con su uniforme y nunca aclaró a quién iba a visitar; la última vez que lo vieron con vida fue esa tarde en la esquina de Naón y Monroe, a pocas cuadras de su casa.

Cerca de las 20:30, sus padres se preocuparon porque no volvía y fueron a la Comisaría 39 a hacer la denuncia, pero no se la tomaron.

Los efectivos argumentaron que seguramente se había ido por su propia voluntad y no tardaría en volver.

La familia de Diego nunca dejó de buscarlo y dos años después en una entrevista en la revista ¡Esto! sus padres planteaban la hipótesis de que lo habría raptado "una secta".

Juan, el padre de Diego, murió hace unos años en un accidente de tránsito; los dos hermanos del adolescente, un hombre y una mujer, le confirmaron la noticia de la identificación a su madre.

Por la antigüedad del caso, el crimen ya prescribió, pero la Justicia buscará determinar quién y por qué mató al joven.

La autopsia realizada por el EAAF reveló que el cuerpo tenía una lesión a la altura de la cuarta costilla del lado derecho, compatible con una puñalada.

También había lesiones posteriores en la rodilla y en los codos, compatibles con un "intento de descuartizamiento incompleto" que habría sido hecho "con un serrucho o algo parecido".

Los restos aparecieron en una fosa de 1,20 metros de largo y 40 centímetros de ancho, y a solo 60 centímetros de profundidad.