En un clima de tensión, la Policía nacional impide iniciar la votación del referéndum independentista y miles de catalanes que se concentran, desde la madrugada, para evitar que los lugares de votación sean precintados. Se trasladan de colegio en colegio para intentar dar inicio al acto comicial. El gobierno catalán denuncia que hay más de 300 heridos por los enfrentamientos con la Policía.

La Guardia Civil española, por su parte, aseguró que logró neutralizar parcialmente la aplicación del "censo universal" electrónico que anunció el gobierno catalán poco antes de que comience la votación, para permitir que se pueda ejercer el derecho a voto en cualquier centro. Para ello, restringieron el uso de Internet a través de las operadoras y desplegaron un fuerte operativo de seguridad.

En tanto, el gobierno español aseguró que en Cataluña "no hubo referéndum", y les indicó, a quienes buscan la independencia, que "no tiene sentido seguir con esta farsa".