El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció que el Estado invertirá 5.000 millones de libras (unos 6.100 millones de dólares) en un gran plan de obra pública con el fin de impulsar la economía y el empleo tras la crisis que dejó la pandemia de coronavirus, poniendo fin a una década de ajuste en el Reino Unido.
En un discurso en la localidad de Dudley, centro de Inglaterra, Johnson comparó su plan, al que llamó "Proyecto Velocidad", con el célebre "New Deal" lanzado por el ex presidente estadounidense Franklin Roosevelt para revertir los efectos de la Gran Depresión, en la década de 1930.
"Debemos usar este momento (...) para planificar nuestra respuesta y solucionar los problemas que fueron tan brutalmente iluminados por el destello de la Covid-19", dijo Johnson sobre la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, que ya mató a casi 48.000 personas en su país.
El plan se anunció el mismo día que la Oficina de Estadísticas británica informó que el PBI del Reino Unido tuvo su mayor caída desde 1979 al descender el 2,2 % en el primer trimestre del año, dos décimas más que en el cálculo previo.
A diferencia de los anteriores gobiernos conservadores de David Cameron y George Osborne, Johnson había insistido en su campaña en que su administración no impondría recortes de gastos mientras la economía estuviera débil.
Su plan supone una mayor intervención del Estado para generar empleo, comprometiéndose a inyectar en el corto plazo miles de millones de libras en proyectos públicos como escuelas, rutas, ferrocarriles y hospitales en lo que llamó una "revolución de infraestructura".
El líder conservador británico hizo hincapié en la necesidad de poner de pie otra vez al Reino Unido y liberar el potencial de la sexta economía nacional del mundo.
Del total del dinero anunciado para el plan, 1.000 millones de libras se destinarán a la reconstrucción de escuelas; 1.500 millones para el mantenimiento de hospitales, 100 millones para construir rutas y otros 900 millones para municipios de Inglaterra, entre otras partidas.
El premier también anunció cambios a partir de septiembre en las normas de planificación para que los constructores puedan "demoler y reconstruir" edificios residenciales y comerciales vacíos y convertirlos en viviendas .
Johnson dijo además que se empezará a trabajar para ver cómo se puede gestionar más eficazmente los terrenos fiscales.
Pero el plan no fue bien recibido desde la oposición.
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, calificó el anuncio de "extremadamente decepcionante" y dijo que no espera que su país reciba ningún dinero extra como consecuencia de ello.
El líder opositor laborista Keir Starmer, afirmó que el plan de Johnson "no es suficiente" para evitar una crisis de la de caída de empleos que dejará la pandemia.
"Estamos enfrentando una crisis económica, la más grande que hemos visto en una generación, y la recuperación debe coincidir con eso", agregó
Sostuvo que lo anunciado equivale a menos de 100 libras por persona y es una repetición de muchas promesas y compromisos ya anunciados por Johnson en su campaña.
Mientras tanto, a tan solo tres días de comenzar la desescalada final de la cuarentena impuesta el 23 de marzo pasado, Inglaterra enfrenta nuevos picos de coronavirus en varias ciudades, incluidos los principales municipios de Londres.
Esto podría provocar más confinamientos locales como el dispuesto ayer en la ciudad de Leicester, según un mapa de presencia del virus publicado por un diario local británico.
De acuerdo a los datos consignados por el diario Daily Express, unos 15 municipios de Londres y su zona suburbana comenzaron a registrar un aumento en los casos de coronavirus, entre ellos Westminster, uno de los más grandes, que abarca gran parte del centro de la capital.
En el resto de Inglaterra hay rebrotes en ciudades como Portsmouth, York, Windsor y Maidenhead, Milton Keynes, Sunderland, Plymouth y Suffolk.
Ayer, Leicester se convirtió en la primera ciudad del Reino Unido en ser sometida a un confinamiento local, luego de detectarse un rebrote del nuevo coronavirus.
El gobierno dispuso inmediatamente el cierre de escuelas y comercios así como la prohibición de viajes no esenciales desde y hacia Leicester.
Los casos de coronavirus en esa ciudad con más de 300.000 habitantes aumentaron en casi 950 en los últimos 15 días y la tasa de infección en los últimos siete días fue de 135 casos por cada 100.000, según informó el municipio de Leicester.
La semana pasada, Johnson anunció una reducción en la norma de distanciamiento social de dos metros y la reapertura de los pubs, restaurantes, hoteles, peluquerías, cines y museos a partir del 4 de julio.
Según dijo el premier, el Reino Unido permanece en alerta, pero no cree que haya actualmente un riesgo de un segundo pico de infecciones que pueda colapsar los hospitales.
El total de fallecimientos en el Reino Unido por el coronavirus se elevó a 43.730 tras sumar otras 155 en las últimas 24 horas, informó hoy el Ministerio de Salud.
En el mismo período se detectaron 689 nuevos contagios, con lo que el acumulado ya es de más de 313.000.
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