Las barricadas tienen su lugar en la poesía, en el rap, en el canto, y en los corazones que laten vitales y rebeldes. Paris no es una fiesta. Paris es un símbolo de los tiempos de descomposición del capitalismo, de su máquina de matar, de robar sueños, de apaciguar rebeldías. Paris arde. Revuelta no es revolución. Pero los pueblos con memoria traen a las asambleas los recuerdos de los bisabuelos y biabuelas del marzo francés, donde la Comuna abrió caminos que seguimos caminando, del mayo francés, en el que se tomó el cielo por asalto, y al que volvemos una y otra vez hasta la libertad siempre.

Podcast: Bajar

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