“Tocar una que no sepamos todos”. Así resume Axel Kicillof lo que propone como una necesaria reorientación de la campaña electoral de Sergio Massa, después de evaluar los resultados de las PASO. El gobernador de la provincia de Buenos Aires establece una analogía con bandas de rock que tocan “una que sí sabemos todos” para lograr aplausos. O con el público se la pide. A Litto Nebbia no le gusta que le pidan La balsa.
A Spinetta, supongo, no le gustaba que le pidan Muchacha ojos de papel. En línea con esta analogía con bandas o músicos, Kicillof dice que “no podemos seguir viviendo de Perón, Evita, Néstor y Cristina". El gobernador convocó a "construir una nueva utopía”. ¿Qué utopía, para qué? Para convencer al electorado. Tiene que votar a Unión por la Patria, a Massa el 22 de octubre. Pero una “nueva utopía” bien podría ser un objetivo estratégico, que incluya a las elecciones, que gane Unión por la Patria, pero que vaya más allá. Lo digo así: no una nueva utopía electoral sino una nueva utopía política que supone el triunfo el 22 de octubre. Agregó esto: “Perón, Evita, Néstor y Cristina son los momentos más gloriosos de nuestro país” Quizá debió decir “de la tradición peronista”.
Si la idea es “una nueva utopía” desde el peronismo, el peronismo tiene que abrirse a otras tradiciones políticas. El gobernador dice que "no vamos a entusiasmar solo con una propuesta nostálgica”. Y, dice uno, tiene razón. Electoralmente no funcionó el discurso de Cristina Kirchner proponiendo regresar a sus mejores años como Presidenta. Y haciendo de cuenta que el Frente de Todos no tuvo lugar. No ocurrió. El pasado más reciente, en el discurso de la vicepresidenta, es Macri y antes los gobiernos kirchneristas. Esta omisión provoca un error en Kicillof cuando dice que problema del gobierno es "la comunicación" frente a la emergencia del fenómeno que lidera Javier Milei y -en general- que “el Frente de Todos no supo transmitir su programa con claridad”.
El problema, dice uno no fue, no es de comunicación. El problema no fue no saber transmitir su programa con claridad. El problema fue no aplicarlo. No aplicar el programa con el cual se comprometió en la campaña del 2019. No voy a aburrir con los números de la pobreza y otros índices sociales porque todos los saben y los sufren. Sí es interesante esto que también dijo: que el peronismo tiene que hacer un esfuerzo creativo para poder expresar algunas ideas anteriores de una manera nueva y algunas ideas nuevas que el peronismo no tenía antes. Por ejemplo: ¿cuál es la manera nueva de pensar y aplicar la Ley de abastecimiento para el control compulsivo de precios? ¿Cuál es la manera nueva de pensar y de aplicar la nacionalización de los depósitos bancarios que aplicó Perón en 1946? Esta idea, esta política “vieja” puede aplicarse como paso previo a una idea nueva para le peronismo como lo es la nacionalización de la banca. Y de las empresas de interés estratégico para el país. ¿Es lógico, es “racional” que en un capitalismo financiero las finanzas estén en manos de bancos privados. ¿Que el litio esté en manos privadas? Entonces, es buena cosa “tocar una que no sepamos todos”.
La que sí sabemos todos nos trajo a la situación actual. Está obviamente bien buscar “una nueva utopía”, en tanto incluya pero exceda a las elecciones. Y suena muy bien redefinir viejas banderas peronistas a la realidad de este capitalismo dependiente del Siglo XXI. Y también que el peronismo incorpore ideas nuevas, que no estuvieron incluidas en los gobiernos de Perón, Evita, Néstor y Cristina Kirchner. Esto supone una nueva política de alianzas, tema que dejamos para otra oportunidad.
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