Un breve repaso por las corrientes inmigratorias en Argentina, pasando por las más predominantes en influencia cultural como la española e italiana a principios de siglo XIX hasta llegar a la última y menos conocida proveniente de Senegal.
En esta edición de Historias Fragmentadas, Conrado Geiger conversa con Khadim "Bamba" Dione, un migrante senegalés que llegó a nuestro país hace diez años, es representante de la Federación Argentina de Dahiras Mourides (FADM) y reside en Morón donde logró alquilar un local para establecerse económicamente.
Dione detalla la situación de irregularidad y desigualdad social que atraviesa su comunidad, obligándolos a trabajar en la calle como manteros hasta adquirir documentación y siento objeto de la violencia y represión policial. "A nadie le gusta estar en la calle trabajando con el frío, el calor, pero nos rebuscamos para salir adelante". Respecto del contexto pandémico actual, resalta que está de acuerdo con las medidas que adoptó el Gobierno Nacional, que "es mejor levantar la economía que levantar muertos, pero se hizo muy difícil". Por último, destacó que los senegaleses están en permanente movimiento, insertándose en la sociedad argentina como un eslabón más en la cadena solidaria frente a las necesidades que provocó la llegada del COVID19: Compraron telas con un pozo común de $100 cada uno, cosieron barbijos y los regalaron a los hospitales, "para que el presidente sepa que lo apoyamos." Una acción que además de aceptación y agradecimiento, generó interés por sus costumbres y tradiciones entre sus vecinos.
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