El epicentro del conflicto sirio volvió a ser Alepo. La hermana Guadalupe conoce bien Medio Oriente. A los 23 años fue destinada como misionera a Belén, en suelo palestino. Luego fue trasladada a Egipto, donde pasó 12 años. El testimonio de la religiosa argentina despierta nuestra conciencia sobre el drama de sus habitantes, amparados en su fe.
“Siria está destruida, vivimos la guerra y la persecución religiosa. Intento transmitir como se vive el día a día. Hay ataques permanentes y sin embargo la ciudad sigue en movimiento”, expresó la hermana Guadalupe.
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