Luego del retiro de San Martin de los campos de batalla, el general se confinó en su haciendo en Mendoza para descansar. Desde allí mantuvo una tensa relación con Rivadavia, Gobernador de la provincia de Buenos Aires, quien, ante las sospechas y paranoias de un posible levantamiento en su contra, atosigaba al general. Éste, no vio mejor opción que irse a Buenos Aires en 1823, para buscar a su hija, quien también sufría el acoso por parte del gobernador Bernardino, y exiliarse en Europa.

Podcast: Bajar

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