Carlos Raimundi, embajador Argentino ante la OEA, se refirió a la discusión por la distribución solidaria de las vacunas que se lleva a cabo en la OEA. El diplomático remarcó que “se llegó de manera tardía al debate. No se han abocado a discutir este tema y no han cumplido un rol productivo”. Como resultado los países más adinerados han llenado sus arcas con vacunas, dejando a la gran mayoría del mundo a la espera de una nueva tanda.

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Raimundi, en comunicación con Encuentro Nacional, remarcó que, “hay un gran problema sobre la propiedad intelectual que ejercen los laboratorios sobre sus vacunas”, y postuló que tales laboratorios deben flexibilizar esas posturas que tienen y facilitar el acceso a ellas.

“Hacer la cosa más pareja”

En esa misma línea, el embajador detalló, “cuanto más tardemos en vacunar a la gente, le estamos dando tiempo al virus a que mute y las vacunas van a ir siempre detrás del virus”.

Tras explicar que el problema no son las gestiones de los países, sino el mercado que dirige la oferta a sus mejores postores, él señaló que “esto es una lucha por si los estados tenemos cierta capacidad para imponer reglas a los mercados, o si las empresas (hoy los laboratorios) son los que cuartan la soberanía de los estados”.