Si bien solidarios, los sanrafaelinos no somos muy expresivos; queda evidenciado en protestas cuantitativamente pobres. La comprensión supera a la participación. Además hay un pensamiento lógico: "les pasa a otros". Hasta que un día nos pasa a nosotros; nadie está libre de inseguridad. 

Los especialistas en la materia estiman que pasará mucho tiempo para controlar el flagelo. Deben tener razón: no podemos emerger. Pasó mucha agua bajo el puente durante una docena de años. Con la corriente a favor, primaron ideas que desbordaron orden social y convivencia y, desde el poder, no se supo poner límites (Para muchos no se quiso).

Hace poco hubo una interesante exposición en el Colegio de Abogados de San Rafael.

Expusieron el anfitrión, Martín Buscemi, el ex concejal justicialista (m/c) Enzo Orosito y el actual edil Daniel Herrera. Éste contó que, junto a sus compañeros del bloque U.C.R.- F.C.M., comenzó a analizar un proyecto que oportunamente elaboró Orosito y reforzó el Colegio de Abogados.

Sabido es que a iniciativa contempla, como objetivo primordial, que las víctimas de la inseguridad tengan asesoramiento legal sin costo. El colegio elaborará un listado y cada letrado atenderá en su estudio por lo que no se deberá crear una nueva estructura administrativa gubernamental; el estado solo tendrá que abonar honorarios. Cierra.

Cierra, a punto tal que  el procurador de la Corte, Alejandro Gullé, no solo la aprobó; también prometió impulsarla para una aplicación en todo el territorio mendocino.

El hecho deja dos mensajes: por un lado hay una clara voluntad de las autoridades para combatir la inseguridad  y, por el otro, aún con diferencias político partidarias  y desenvolvimiento en ámbitos distintos, se puede trabajar conjuntamente en favor del bien común.

De algún modo, rompe la tendencia del año electoral.