En el la última columna de Malvinas: 40 años de Memoria, dialogamos con Mónica Liliana Rodríguez, enfermera de la Fuerza Aérea en la Guerra de Malvinas.
Mónica no es comentó que tenía 26 años cuando se enteró que tenía que ir a Malvinas. Hacía un año que había ingresado a la Fuerza Aérea. Uno de sus principales recuerdos, es haberse levantado una mañana y escuchar por la radio que habian regresado a Malvinas, y sintió una gran emoción y deseo por participar en aquel hecho.
Así mismo recordó que fueron 14 enfermeras militares, y se desempeñaron en un Hospital que la Fuerzas Armadas habían comprado en el año 1981 por medio del Ministerio de Salud, Era un modular que contenía 12 habitáculos, por su peso no fue a Malvinas y por ello fue instalado en Comodoro Rivadavia. Dicho Hospital constituía el segundo escalón de atención de todos los soldados heridos, a quienes primero atendían en puerto argentino.
Por otro lado, mencionó que fue el primero de mayo el bautismo de guerra para las fuerzas, pero ellas también, porque nunca habian intervenido en una guerra. "Fue una mezcla de ansiedad y adrenalina que corría por todo el cuerpo y a su vez una situación de miedo, se mezclaban todas las sensaciones", dijo. Luego agregó que los heridos llegaban en el Hércules en la madrugada, porque volaba por la noche a muy baja altura.
Rodríguez manifestó que las heridas con las que se encontraron en la guerra, no era de las que comunmente frecuentaban en los hospitales públicos y en las guardias, no eran las mismas heridas y tampoco la misma cantidad. En este sentido expresó: "Creo que las mujeres tuvimos doble trabajo, ser enfermeras del cuerpo y del alma, tuvimos que contener a muchos chicos".
A su vez, señaló que además de curar heridas, tuvieron que preparar mate cocido y sandwich porque los soldados llegaban desnutridos por toda la situación. "A muchas de las compañeras los soldados les daban un número telefónico para que les dijeran a los padres que estaba bien y que heridas tenían. Fue duro para nosoras también", comentó.
Además explicó que pasó mucho tiempo hasta que empezaron a hablar de la guerra, ya que era como que no habia existido. En este sentido añadió. "Una compañera empezó a florar el tema de Malvinas y nos empezó a contactar y comenzabamos a hablar. Es un tema que todavía nos duele y no podemos hablarlo del todo".
Al mismo tiempo se refirió a que hay varias cosas que no recurdan, como el día la forma en el que llegaron y volvieron, nunca se habian dado cuenta hasta que se juntaron.
"Creo que para todos al principio no se hablaba de Malvinas y si no se hablaban de los hombres, mucho menos se hablaban de las mujeres. Ahora se está visibilizando un poco mas el rol de las mujeres", nos contó.
"Las Malvinas son argentinas, y volveremos por la vía diplomática que corresponde. Volvimos por lo que era nuestro, no es que tomamos las Malvinas. Las malvinas son nuestras", cerró.
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