Este 8 de marzo, mujeres y disidencias marcharon por las calles de la provincia de San Juan con motivo del Día de la Mujer Trabajadora, bajo la consigna del Paro Internacional Feminista. Más de 3000 personas se movilizaron desde la Legislatura provincial, pasando por el Centro de Abordaje de Violencia Intrafamiliar y de Género (CAVIG), dispositivo que depende del Ministerio Público Fiscal, y finalmente la marcha terminó con una intervención frente a los edificios del Poder Judicial.

En diálogo con Radio Nacional San Juan, la militante feminista Laura Pouso, referente en la lucha por los Derechos Humanos en la provincia y parte del MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos) y la organización feminista Mala Junta, analizó la masiva marcha por el 8M,: "Fue una marcha muy diversa, con mucho protagonismo de las más jóvenes que son las que van logrando la ruptura de las lógicas de opresión, y también mucha presencia de las organizaciones de la disidencia exigiendo por el cupo laboral trans y políticas inclusivas".

La movilización tuvo como eje las demandas por una Justicia con perspectiva de género, así como los pedidos de justicia ante los femicidios y los casos de violencia de género: "Ese espacio que solemos llamar Justicia es un poder, y funciona con lógicas patriarcales, opresivas y expresa una lógica de privilegios de clase y de género. Nuestros reclamos apuntan a ese Poder Judicial que se autoelige, que en vez de brindarnos seguridad y garantía de derechos cuando acudimos a él, nos excluye, niega y revictimiza, construyendo la lógica de la buena víctima", expresó Laura. Además, quienes se movilizaban denunciaron falta de capacitación, recursos económicos y humanos para asistir la emergencia en violencia de género tanto en el CAVIG como en el Poder Judicial.

Además, destacó la presencia de las trabajadoras, tanto del ámbito formal como de la economía popular: "Visibilizamos que las mujeres estamos al frente de las luchas en las crisis planetarias como el COVID y las cotidianas que plantea el neoliberalismo. Las mujeres somos esenciales porque somos nosotras las que a través de los cuidados garantizamos la vida de los nuestros, y donde el Estado no llega, llegan las mujeres con su capacidad de organización".