Desde su primera invernada en 2012, el teniente coronel Juan Paulo Escobedo, jefe de Base Esperanza, se ha dedicado a hacer soberanía y a apoyar la ciencia en el continente blanco.
El teniente coronel Escobedo, destacó la importancia de que el personal seleccionado para trabajar en el continente austral posea, no solo competencia técnica, sino también habilidades de liderazgo y la capacidad de colaborar efectivamente con los demás habitantes.
"Es muy importante que el personal seleccionado para venir a la Antártida tenga una capacitación. Es un ciclo que dura cuatro años".
Este año llegarán nueve familias a la Antártida y se refirió al rol fundamental que tienen en la base: “Lo más grato que tiene la Base Esperanza son los niños” expresó.
En ese sentido, agregó: “Los padres que venimos con experiencia, podemos disfrutar la pasión que tenemos por la Antártida y de que ellos sean aun factor multiplicador en el continente americano, de lo que es nuestro continente antártico”
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