Daniel Palacios, una de las primeras personas que se casó en Neuquén gracias a la ley 26.618, contó que sin el matrimonio igualitario no podían tomarse permisos en su trabajo para cuidar a su pareja. “Eran cosas comunes para cualquiera pero para mí no lo era”. Recordó que durante la votación estuvo en Neuquén, “yo me dí cuenta que a mí no me había pasado lo que le pasaba a otros chicos, porque tenía trabajo, no fui perseguido”.