Respecto a los inconvenientes que denuncian los alumnos del CEM 4 del Barrio Don Bosco, la directora María Marta de la Cruz, no solo confirmó los problemas, sino que los amplió, en diálogo con Nacional.
Sostuvo que hace 4 años que la situación persiste, sin respuesta de las autoridades educativas.
“Vivimos con olor a caca de paloma”, aseguró.
Agregó que la acción de las palomas produjo agujeros en el techo del SUM que lo vuelven totalmente inutilizable.
Indicó que recién el pasado lunes comenzaron las clases de educación física, en otras sedes, por lo que acuerda que la situación es inapropiada para los alumnos.
También mencionó la falta de personal de limpieza para mantener la higiene de las instalaciones en las que funcionan 3 servicios educativos.
VIEDMA