La reciente identificación de los restos de Diego Fernández Lima, el adolescente desaparecido en 1984, permitió que la ciencia forense revele una parte de la tragedia que permaneció oculta durante más de cuatro décadas.
El investigador forense y profesor de Criminología y Criminalística Raúl Torre dialogó con el equipo de Ramos generales y destacó que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) realizó una intervención arqueológica minuciosa para recuperar los restos humanos y reconstruir su contexto. "El hecho es muy rico en evidencia forense", expresó, tras detallar lo que se identificó hasta el momento.
En ese sentido, explicó que las pericias identificaron una lesión compatible con un arma cortopunzante en la cuarta costilla derecha, junto a marcas similares en articulaciones, indicios que sugieren una muerte violenta y posible manipulación del cuerpo posterior al fallecimiento, aunque se aclaró que no se establece una causa de muerte concluyente.
"No creo que se pueda avanzar mucho más por la degradación que han sufrido estos restos. Tengo mis dudas a que se pueda encontrar algo más", expresó.
El experto enfatizó que todos estos hallazgos permiten reconstruir parte del suceso: no se trata solo de identificar a la víctima, sino de brindar al caso un fundamento técnico que clarifique lo ocurrido.
"Casos de estos hay decenas. Este caso tomó notoriedad por haberse encontrado los restos en la casa lindera de Gustavo Cerati", expresó.
Por último, Torre resaltó que "lo más importante del hecho era determinar quién era la víctima, ya está logrado; ahora falta lo más complicado, que es determinar la autoría y la responsabilidad"
