Rubén Capitanio, sacerdote de la ciudad de Plottier y referente de la Pastoral Social de la Diócesis de la provincia de Neuquén, reflexionó en Radio Nacional Neuquén sobre la navidad, el rol de la iglesia en Pandemia y la necesidad de tomar partido por los que menos tienen.
El religioso recordó su tarea pastoral en diciembre del 2001 en Villa La Angostura. “No fue lo de Cavallo y De la Rúa una mala administración de la economía sino una estafa. Los radicales, la Alianza y sus aliados no pidieron suficiente perdón por ese mal profundo que le hicieron al país” reflexionó.
Capitanio “La navidad debería ser una fiesta de la vida y hoy es seguir cuidándonos y ayudar a cuidar. Me sorprende tanta gente que se dejó llenar la cabeza por la necedad y no se vacuna. No tienen idea, por lo que les podemos decir idiotas que se ha dejado llenar la cabeza con ideas de otros” afirmó.
Finalmente, el sacerdote fue autocrítico respecto al papel de las iglesias en Pandemia independientemente de que reconoce que pudieron estar con los que más necesitaban. “Hubiéramos insistido más que era más importante el ser humano que la estaba pasado mal o que la podía pasar mal que la imposibilidad de asistir al culto” concluyó.
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