La semana pasada fue del poder económico. AmCham, capitales norteamericanos en la Argentina y de AEA, Asociación Empresaria Argentina, bajaron su reiterativa y repetitiva línea a candidatos/as de derechas. “Cirugía mayor sin anestesia”, decía el expresidente Carlos Menem, y esta es la idea para los ajustes prometidos. La semana que transcurre está siendo del oponente popular a ese poder económico: la Marcha Piquetera Federal, que por primera vez será unidad en la acción de movimientos sociales de izquierda y oficialistas. Este potencial polo de poder popular podrá ser actor principal de las resistencias que serán necesarias si los próximos cuatro años son gobernados por alguna de las derechas candidateadas para ocupar la Presidencia. De esta manera,  para las mayorías sociales argentinas, hoy, la contradicción que interesa es la oposición poder económico-poder popular. La llamada “grieta” muestra síntomas de agotamiento por la irrupción de Milei y por su propia insustancialidad.

El nuevo hit de consultoras y del periodismo político es “el escenario de tres tercios”, uno de Juntos por el Cambio, otro del Frente de Todos y otro de Milei. Aunque éste haya sido un fracaso en las elecciones provinciales y la única novedad que ofrecieron estos comicios, en materia de terceras fuerzas, haya sido el desempeño del Frente de Izquierda, FIT, en Jujuy. La principal defensa que tendrán las gentes del común ante lo que asoma como un neoliberalismo desbocado, será la consolidación y ampliación de la unidad popular expresada en esta edición de la Marcha Piquetera Federal

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