El músico y compositor británico Paul McCartney, quien a los 82 años se ratificó como una figura excepcionalmente vigente de la música, ofreció dos conciertos a lleno en el estadio Monumental de River Plate en el inicio de su quinta vista al país que, tras pasar por Santiago de Chile y tres funciones en Brasil, se completará el próximo 23 en el Kempes cordobés.
El ya legendario integrante de los Beatles cerró anoche sus presentaciones en Buenos Aires con un recital que orbitó en torno a clásicos de la banda que integró junto a John Lennon, Ringo Star y George Harrison, así como de Wings, la banda que formó posteriormente. El repertorio ofrecido en su última noche en Buenos Aires tuvo apenas algunas pequeñas variantes en comparación con la que hizo el sábado, aunque también incluyó guiños y humoradas hacia los asistentes, como su promesa de hablar en español. "Estoy muy feliz de volver a verlos”, expresó antes de proceder a cantar la vibrante "Drive my Car".
Al igual que en su presentación del sábado, en uno de los tramos más emotivos del recital, McCartney homenajeó a Lennon, a quien aludió como su "querido hermano". Fue el momento de "Here Today" y de "Now and Then", el tema que estrenó en vivo hace unos días en Uruguay y que fue presentado hace un año tras ser completado con ayuda de la inteligencia artificial. "Gracias John por haber escrito esa canción", expresó el músico.
Quien fuera uno de los mentores de The Beatles, formación desde la que alcanzó una estatura planetaria de enorme preponderancia hace más de seis décadas, trajo esta vez el "Got Back Tour" que estrenó el martes pasado en el Centenario de Montevideo.
McCartney ofreció tanto el sábado como anoche actuaciones de 160 minutos de duración, lapso de tiempo en el que jamás dejó el escenario y en el que, además de cantar con angelada prestancia, ejecutó guitarra, bajo, piano eléctrico, ukelele y mandolina.
Durante los conciertos conectó con la audiencia hablándole en inglés y en español y ofreciendo un menú sonoro para todos los gustos como para bailar (“Dance Tonight”), conmover (“Blackbird”, “Now And Then”, “Maybe I’m Amazed”), mostrar fibra rockera (“Jet, Drive My Car”), estallar con la coreografía pirotécnica (“Live And Let Die”) y convidar al coro colectivo (“Hey Jude”, “Ob La Di-Ob La Da”).
Además, McCartney tocó el ukelele regalado por Harrison para entonar la tradicional versión de “Something” y hacia el final hizo un dueto con Lennon entre el escenario y la pantalla para compartir “I’ve Got A Feeling”, que fuera parte del disco “Let It Be” (1970), pero que en este caso tiene una pista vocal aislada tomada del concierto en la terraza de los estudios Apple que tuvo lugar al mediodía del 30 de enero de 1969.
Antes de ese encuentro tecnológico con el autor de “Imagine”, flamearon las banderas de Argentina y de la comunidad LGBT pero McCartney evitó sumar la de Gran Bretaña que había sido parte de la puesta en el recital de Uruguay.
El artista estuvo acompañado por los guitarristas Brian Ray y Rusty Anderson, el tecladista Paul "Wix" Wickens y el baterista Abe Laboriel Jr, con quienes comparte escenario desde hace unas dos décadas.
Esta serie nacional que se completará el miércoles 23 de octubre en la ciudad de Córdoba después de sonar en Santiago de Chile (el viernes próximo), San Pablo (15 y 16) y Florianópolis (19), mostró al mejor McCartney posible superando sus presentaciones de 1993, 2010, 2016 y 2019.
El “Got Back Tour" completará su tramo latinoamericano hasta el 17 de noviembre con funciones previstas en Lima, Bogotá, San José de Costa Rica, Monterrey y Ciudad de México.
A partir de diciembre, la gira llegará a Europa, donde hasta el 19 pasará por París, Madrid, Manchester y Londres.
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