Se abonó la última obligación de pago de los Bonos de Consolidación de Deudas 2015, los cuales tuvieron que ser emitidos para afrontar la deuda flotante y la deuda no registrada generada en la gestión anterior.
Al cierre de 2015, el saldo de deuda flotante de la Provincia ascendía a $6.440 millones. Gran parte de esta deuda flotante era deuda que el Gobierno provincial mantenía con proveedores de bienes, prestadores de servicios y contratistas de obras, debido a la consistente dilación en los procesos de pago por falta de recursos y exceso de gastos.
Paula Allasino, Ministra de Finanzas de Mendoza dijo en diálogo con LV4 que la existencia de este tipo de deuda, a las que calificó de “viejas” generaba enormes perjuicios tanto para los proveedores como para el Estado provincial y la economía de la Provincia en general. La interrupción de la cadena de pagos impactaba directamente en la actividad y adicionalmente generaba incertidumbre en diversos sectores de la economía, incluyendo municipios, proveedores y personal.
“El Estado gastaba más de lo que recaudaba, por lo tanto tenía un déficit corriente constante”.
El primer paso para ordenar la deuda flotante fue exigir a los proveedores realizar un proceso de verificación de sus créditos. Una vez cumplimentado el proceso de verificación, se ofreció pagar parte de la deuda con Bonos de Consolidación de Deudas 2015 y la emisión de un bono.
Las medidas ejecutadas permitieron reducir la deuda flotante con proveedores en más del 65%, manteniéndola hasta el día de la fecha en niveles históricamente bajos.
Finalmente, este miércoles Mendoza pagó la última cuota de los Bonos de Consolidación de Deudas 2015.
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