-María Clara era una militante superior, comprometida, lúcida… una militante de la hostia.
Así definió Alejandro Cantaro a María Clara Ciocchini, la bahiense desaparecida en lo que se conoció como La Noche de los Lápices, ocurrida el 16 de septiembre de 1976 durante la última dictadura cívico-militar.
Cantaro recordó una frase que María Clara le decía a su padre cuando hablaban de su militancia: “Papá, no hay diferencia de lo que hago con lo que siento como cristiana sincera, que es ayudar a la gente”.
-Nuestra militancia en la Pequeña Obra era en Villa Quilmes. Estábamos identificados con los curas del tercer mundo. El sacerdote de la Pequeña Obra, Pepe Zamorano, nos alentaba a la militancia. El paso siguiente, que dimos, era el de militar con el peronismo.
Contó que María Clara se fue de Bahía Blanca a La Plata “y ahí la pierdo un poco… hasta que me entero de que es secuestrada. Intuíamos que podía ocurrir y ocurrió”.
Sobre la despedida que tuvieron en nuestra ciudad dijo que “fue tensa… Fue un momento intenso y doloroso”.
-Ella siempre sigue vigente cada vez que nos encontramos muchos de los sobrevivientes. María Clara era muy cándida, muy querible… tocaba la guitarra y cantaba muy dulcemente. Está ahí con nosotros siempre”.
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Programa: “La mañana de Nacional”
Conductoras: Silvia Tonelotto y Virginia Calzada Frache
Columnista: Marcelo Dunetz (Deportes)
Producción: Lucas Castillo
Página web: Maximiliano Palou
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