Alicia González es docente jubilada y pertenece al grupo ObSBA de afiliados autoconvocados que junto a trabajadoras y trabajadores, jubiladas y jubilados del Estado porteño denuncian desde hace meses el vaciamiento de la Obra Social de Empleados Municipales de la Ciudad de Buenos Aires y el marcado deterioro de las prestaciones. “Esto pinta muy feo”, sintetizó.

Para visibilizar lo que sucede, el martes volvieron a movilizarse ante el inminente cierre del organismo que dejaría sin prestaciones a casi 300 mil afiliadas y afiliados y realizaron un nuevo abrazo al Sanatorio Méndez, principal centro de atención sanitaria  de cientos de miles de personas.

Sobre las intenciones de las autoridades de la Obra Social, la docente jubilada remarcó que “la idea es cerrarla y privatizarla” pero explicó que “nosotros nos negamos, queremos tener la obra social como la teníamos, con nuestros sanatorios propios”.

Alicia detalló las notas que han presentado  tanto a ObSBA como al gobierno porteño para que “nos devuelvan los servicios y otra para rendición de cuentas para saber sobre el destino de nuestros aportes”, de las cuales, vencidos los plazos, sólo se pidió prórroga para responder respecto a la segunda, que se vincula con la Ley 104 de acceso a la información pública.

“Estamos sufriendo desatención y un abandono de las personas porque no se consiguen turnos”, sentenció la docente que es jubilada y es una de las 300 mil afiliadas y afiliados de la ObSBA que reclaman por esta situación.

Al mismo tiempo, adelantó que el jueves 25 de agosto, a las 13, darán una conferencia de prensa en la sede de la Obra Social en Avenida Rivadavia al 6000, en el barrio de Caballito.

También, Alicia expresó la solidaridad del colectivo con la familia de la niña de 11 años con desnutrición que murió esta semana y consideró lo sucedido como una muestra más “del vaciamiento de la salud y la educación en la Ciudad de Buenos Aires”.

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