“Hay un fenómeno llamado la nueva derecha relacionado a la llegada de Trump y Bolsonaro. Es un fenómeno mundial que se vio en Europa y se ha vuelto visible con el inicio de la pandemia, hemos visto expresiones que en términos cuantitativos parecen minoritarias pero dañinas“, dijo el doctor en filosofía y licenciado Pablo Martín Méndez. En charla con NORTE GRANDE, el  profesor en Ciencias Políticas e investigador del CONICET, dijo que “tienen una fuerte capacidad de marcar agenda gubernamental, lo hemos visto con políticas sanitarias y la forma de crear climas sociales en función de las distintas políticas sanitarias que van aplicando los gobiernos“.

Agregó que “son agrupaciones que tienen un discurso que se presta poco al argumento y va más por el lado de la descalificación y el antagonismo político. Esta nueva derecha la hemos visto en las elecciones de Madrid, Perú y usan la dicotomía de ‘libertad o comunismo’. La estrategia discursiva suele usar el término ‘comunista’ como un descalificativo para tirar al oponente. Tiene el efecto de cortar el argumento y a polarizar la opinión pública“.

El licenciado indicó que “no podemos decir que son una expresión homogénea, son derechas que se prestan a teorías conspiranóicas bastante disparatadas y las hacen circular en redes sociales. Más allá de lo alejado que está de la realidad, genera cambios en el ánimo de la población. Quieren crear un sector de la sociedad que sea ingobernable en un contexto mundial que requiere un fuerte consenso para llevar adelante medidas poco simpáticas y difíciles de tomar. Tienden a embarrar la cancha, más allá del desastre epidemiológico“.

Méndez señaló que ve la disputa por el sentido que se le da a la pandemia y a las medidas gubernamentales. “Eso es muy importante porque a partir de la forma que interpretamos una situación actuamos en consecuencia. Disputamos el sentido y la posible salida que vemos a la pandemia“, afirmó. “Si pensamos que la pandemia es una contingencia, estamos errando feo. La pandemia es consecuencia de un sistema político, económico, sanitario y productivo que se visibiliza como frágil a raíz de las disputas adormecidas durante años y  una de las cosas que nos ha demostrado la pandemia es que la salvación no es individual o a través de acciones individuales, sino a través de un sentido mucho más colectivo“, dijo.

“La política históricamente, o por lo menos en la modernidad, para lo que ha servido es para canalizar las demandas, malestares y exigencias de la ciudadanía” en tanto que “la comunicación es parte de la política más allá de las diferencias ideológicas. Tener una comunicación unívoca y sin distorsiones es más que importante hoy en día en todos los niveles gubernamentales“. Por ello “no hay que entrar en el juego ni darle más ni menos trascendencia de la que tienen estas minorías. Uno de los efectos de esos discursos es correr los ejes de discusión. Lo corren de la distribución económica y ponen en el accionar del Estado“, indicó.