El sacerdote Cristián Bonín de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Choele Choel es quien albergó por mucho tiempo a Gualberto Solano, padre de Daniel Solano y a los abogados Sergio Heredia y Leandro Aparicio durante los casi siete años de búsqueda de justicia que éste grupo encaró casi en soledad y lejos de sus lugares de origen. Con la lectura del fallo el día de ayer, se hizo un primer cierre a ésta labor y con resultados esperados. Largas charlas, almuerzos, caminatas y hasta una cobija compartieron Cristian Bonín con Gualberto Solano quien ya no está para compartir un abrazo de victoria. Bonín describió la jornada de ayer como intensa y expresó que, aunque ahora hay un poco de justicia, el camino sigue porque hay que encontrar a Daniel.
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