La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, aseguró que el hecho de que tomar una escuela "está mal porque es cerrar la puerta de un derecho constitucional como es la educación", en referencia a la medida de fuerza que sostienen estudiantes de 30 escuelas en rechazo a la reforma de la escuela secundaria.
La funcionaria denunció un aprovechamiento político por parte de los padres: "El problema no es que los chicos quieran participar, sino el mundo adulto que no está cumpliendo su lugar". Acuña agregó que el diálogo con los estudiantes "ayuda a poder entendernos" y que a los chicos "les falta información" y aseguró que "las escuelas van a ir volviendo a la normalidad".
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