Más de cinco fiestas clandestinas fueron desbaratadas el fin de semana por inspectores de la Municipalidad de Córdoba en la ciudad, entre ellas una que se desarrollaba en un hotel en Nueva Córdoba. “Cualquier inmueble puede ser, potencialmente, receptor de una fiesta clandestina”, indicó Julio Suárez, titular de la Dirección de Espectáculos de la Municipalidad. “Puede ser en una casa, en un garaje, en un galpón o en el sótano de un hotel”, dijo.
En diálogo con Radio Nacional Córdoba, el funcionario aseveró que la Policía, por su parte, intervino en cuatro encuentros. "Este fin de semana se han detectado cinco fiestas no autorizadas. Una de ellas fue en un hotel. Cualquier lugar puede albergar una fiesta clandestina", indicó Suárez, quien no obstante remarcó que en virtud de la extensa actividad de la ciudad en el sector “es muy difícil el control” si no hay una colaboración de todos los sectores.
“Algunas de las fiestas pueden tener los mismos organizadores. Muchas fiestas son convocadas en círculos cerrados, de no más de 80 personas y muy espontáneas. Por eso se hace difícil la detección”, afirmó el funcionario en el marco de la denuncia presentada la semana pasada ante la justicia.
Por otro lado, señaló que las medidas se están tomando se dan en el marco de un paradigma teórico prepandémico en plena pandemia, lo que dificulta la instrumentación y el accionar porque se trata de una situación inédita.
Finalmente, señaló que la intensa actividad cultural y nocturna de la ciudad no alcanza a ser cubierta por el personal de control. “No hay dotación de personal para que todas las noches se puedan controlar todos los locales. Tiene que haber cumplimiento estricto de parte de asistentes y propietarios”, dijo.
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