Cada año en la Argentina se desperdician dieciséis millones de toneladas de alimentos. El Banco de Alimentos rescata esos alimentos que por diferentes motivos no se pueden comercializar, pero sí consumir y los distribuyen entre comedores y otras organizaciones sociales que dan de comer a personas que lo necesitan.

La mesa de Ramos Generales dialogó con Pablo Algrain, uno de los directores del Banco de Alimentos, sobre este modelo que funciona en el país hace más de veinte años.

“En toda la cadena de producción de alimentos, siempre hay un alimento que por algún motivo sale de la cadena y se tira a la basura. Nosotros lo rescatamos y lo distribuimos a través de los Bancos, para las personas que lo están necesitando”.

“Las principales empresas son aliadas, también las ayudamos a liberar este stock que no quieren tirar”